Nunca hay un momento ni un lugar para el amor verdadero. Ocurre accidentalmente, en un abrir y cerrar de ojos, en un resplandor, en un momento, en un latido.
La vida está llena de metidas de pata. Se supone que debes fallar algunas veces. Es parte de la existencia humana.
“No siempre digo lo que siento”, dije. “¿Por qué no?”, me preguntó él. “Porque a veces la verdad hiere”. “Sí”, dijo él, “las mentiras también”.
La pena puede ser una carga, pero también un ancla. Te acostumbras al peso, cómo te mantiene en su lugar.
Cualquiera se puede ocultar. Hacer frente a las cosas, trabajar en ellas, eso es lo que te hace fuerte.
El futuro es algo que no puede ser destrozado, porque aún no ha tenido la oportunidad de ser algo de verdad.
Estaba tan emocionado que estaba teniendo una niña, porque yo sólo soy tan girly mí mismo, pero creo que los años de la adolescencia van a ser muy interesante.