Frases de Paulo Coelho

Paulo Coelho es un escritor brasileño. Su obra El Alquimista es el libro brasileño más vendido de todos los tiempos.

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Cuando menos respondes a gente negativa, más positividad llegará a tu vida.
Cada vez que quieras lograr algo, mantén los ojos abiertos, concéntrate y asegúrate de saber exactamente qué es lo que deseas. Nadie puede dar en el blanco con los ojos cerrados.
Volví a sentir unas inmensas ganas de vivir cuando descubrí que el sentido de mi vida era el que yo le quisiera dar.
Nadie puede mentir, nadie puede esconder nada, cuando se mira directamente a los ojos de alguien.
Es importante darse cuenta de que puedes extrañar algo, pero no quererlo de vuelta.
Cuando alguien se va, es porque alguien más está llegando.
Cuanto más violenta es una tormenta, más rápido pasa.
Un corazón entusiasta encuentra la oportunidad en todas partes.
Las dos pruebas más difíciles en el camino espiritual son la paciencia para esperar el momento adecuado y el valor de no estar decepcionado con lo que nos encontramos.
¿Por qué la paciencia es tan importante? Porque nos hace prestar atención.
Cuando menos lo esperamos, la vida nos pone un desafío para probar nuestro coraje y voluntad de cambio.
El mundo tiene alma y el que entiende ese alma también puede entender el lenguaje de muchas cosas.
El recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que piensas. No te engañes: llegará el momento en que lo que parecía cerca esté aún muy lejos.
Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer.
El amor empieza con una mirada, se decide con una palabra, se siente con un beso y se pierde con una lágrima.
¿Por qué hemos de escuchar al corazón? Porque donde él esté es donde estará tu tesoro.
El dolor de ayer es la fuerza de hoy.
Cuanto más en armonía contigo mismo estés, más alegre serás y más fiel serás. La fe no es desconectarte de la realidad: te conecta con la realidad.
Sé bendecido. De la misma manera que estás transformando tu vida, transforma la de los demás a tu alrededor.
Es bueno dar cuando alguien pide, pero es mejor todavía poder dárselo todo al que nada pidió.
No hay vencedores ni perdedores, sólo etapas que hay que superar. Cuando el corazón del ser humano comprende eso, es libre.
Elegir un camino significa perderse a los demás.
La espera es dolorosa, el olvido es doloroso. Pero no saber qué hacer es el peor tipo de dolor.
La única manera de evadir el sufrimiento podría ser negarse a amar.
Dile a tu corazón que el miedo al sufrimiento es peor que el sufrimiento mismo.
Cuando no tuve nada que perder, lo perdí todo. Cuando dejé de ser quién era, me encontré a mí mismo. Cuando conocí la humillación y aun así seguí caminando, entendí que era libre para escoger mi destino.
En cada momento de nuestras vidas, todos tenemos un pie en un cuento de hadas y el otro en el abismo.
Solo te conoces a ti mismo cuando vas más allá de tus límites.
Cuando bailo, no pienso en nada. Estoy aquí. Estoy totalmente ahí. ¿Sabes? Y el sentimiento es una sensación de estar lejos de mí mismo. Mi alma baila con los ángeles, y mi cuerpo baila con mi mujer.
El verdadero amor, es el amor que seduce y nunca se dejará seducir.
Antes de cruzar el puente, cada uno tenía que poner todas sus virtudes en su mano derecha y todos sus pecados en su izquierda, y el desequilibrio entre los dos significaba que la persona siempre caía hacia el lado hacia el cual sus acciones en la tierra lo habían inclinado.
El amor es un acto de fe, no un intercambio. Las contradicciones son las que hacen crecer el amor. Los conflictos son los que permiten que el amor permanezca a nuestro lado.
Jesús vivió una vida llena de alegría, contradicciones y luchas, ¿sabes? Si pintaran un cuadro de Jesús sin contradicciones, los evangelios serían falsos, pero las contradicciones son un signo de autenticidad.
Seamos absolutamente claros en una cosa: no debemos confundir la humildad con la falsa modestia o el servilismo.
Todo lo que tienes que hacer es prestar atención; las lecciones siempre llegan cuando estás preparado.
Puedes quedarte ciego si ves cada día como uno similar. Cada día es diferente, cada día trae un milagro propio. Sólo es cuestión de prestar atención a este milagro.
Cuanta más atención prestes a un enemigo, más fuerte lo harás. Estate atento, pero no seas paranoico.
La decepción, la derrota y la desesperación son las herramientas que Dios usa para mostrarnos el camino.
Cuando encuentre su camino, no debe tener miedo. Necesitas tener suficiente coraje para cometer errores.
Así como tu mano tiene el poder de ocultar el sol, la mediocridad tiene el poder de ocultar tu luz interior. No culpes a los demás por tu propia incompetencia.