Frases de Odio

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Eres una basura de la que me he desprendido, y la basura no se recoge.
Si se incendiase tu casa y yo tuviese una botella de agua entre mis manos, me la bebería.
Nunca te odiaré por tu personalidad, no pretendo cambiarte. Te odiaré por cómo me trataste.
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Dicen que el que calla otorga, pero es que a mí no me apetece hablar con un imbécil como tú.

Me das repulsión, me provocas rencor, no me gustas nada, te quiero lejos de mi vida.
¿Por qué la mente humana solo se preocupa por aquello que tanto daño le ha hecho?
Se ve que lo que se lleva es la hipocresía, y tú eres de los que van a la moda.
Odiamos a una persona cuando no hemos aprendido a olvidar, cuando no sabemos dejar de sufrir.
Que una persona odie a otra es suficiente para que este sentimiento se adueñe de toda la humanidad.
No me enoja lo que haces, me enoja el pensar que tú te enojarías, si yo hiciera lo que haces.
Eres de esos tesoros que merecen estar enterrados y no ser encontrados.

Por mentiroso y traidor, por eso te he expulsado de mi vida.
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No permitiré que el sol se esconda mientras pienso en ti. Hoy, mi rencor se habrá terminado.
No eres para tanto, ni yo para tan poco.
Podrías haber sido mi mejor amigo, pero solo serás un triste recuerdo que me decepcionó.
Voy a dejar de odiarte, porque eso significa que estoy más angustiado que tú.
Observo. Me callo. Me decepciono. Aprendo. Sonrío y continúo.
Cuando vuelva a tu mente, acuérdate de que me traicionaste, me defraudaste y ni se te ocurra buscarme.

El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor.
Las heridas que te causa quien te quiere son preferibles a los besos engañadores de quien te odia.
El odio es una forma de matar la nobleza del corazón.
Te odio más profundo es el que nadie conoce, el que está oculto en tu corazón.
Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros.
Si las masas pueden amar sin saber por qué, también pueden odiar sin mayor fundamento.
No te odio por cómo eres sino por cómo me tratas.
El odio es el preludio del deseo por el mal ajeno.
No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores.
El hombre perdona algunas veces algunas veces el aborrecimiento, pero jamás el menosprecio.
El odio es el arma favorita de los pusilánimes.

Cuando te hagan tanto daño como el que mi hiciste tú a mí, comprenderás el asco que se puede llegar a sentir.
El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
El odio es pasión más viva que la amistad.
Odio es cuando no se quiere sufrir y no se puede olvidar.
El odio es el fruto de la frustración porque alguien nos ha hecho daño. En el fondo nos odiamos a nosotros mismos y, solo cuando seamos capaces de aceptarlo, empezaremos a olvidar y a recuperar nuestra autoestima.