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Las rosas no florecen aprisa, ya que la belleza, como toda obra maestra, requiere tiempo para completarse.
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Para ser ordinario, sé normal; ser original, ser diferente; ser valioso, ser único; para ser invaluable, sé tú mismo.
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Cuando una mujer quiere tu atención, usa su sonrisa. Cuando quiere tu billetera, usa su encanto. Cuando quiere tu corazón, usa su toque. Cuando quiere tu alma, usa su beso.
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Para lograr la paz, abandona: la culpa, la ira y la amargura. Para alcanzar la felicidad abrazar: virtud, fe y amor.
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No dejes que la ira te controle. No dejes que el odio te esclavice. No dejes que la negatividad te supere. No dejes que la amargura te conquiste.
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Cuando esté amargado, di poco; cuando esté enojado, no diga nada; cuando esté feliz, diga mucho; cuando esté alegre, dígalo todo.
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Si las estrellas necesitaran el permiso del cielo para brillar, el universo sería un lugar muy oscuro.
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Sé noble como el sol; dejar que incluso aquellos que se resienten de ti por brillar se beneficien de tu calidez.
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Cuando tienes luz en tu mente, brillas. Cuando tienes luz en tu corazón, brillas. Cuando tienes luz en tu alma, te levantas.
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Como el día en que te casas es tan importante como los años del noviazgo, por lo que el camino hacia el éxito es tan importante como el éxito en sí mismo.
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Si le besas las mejillas, ella es tu amiga; si le besas los labios, ella es tu novia; si le besas el corazón, ella es tu alma gemela.