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Frases de Mario Vargas Llosa

Frases de Mario Vargas Llosa

Es un escritor y político peruano que cuenta también con la nacionalidad española desde 1993.

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  • La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar.



  • Toda novela es un testimonio cifrado; constituye una representación del mundo, pero de un mundo al que el novelista ha añadido alguna cosa: su resentimiento, su nostalgia, su crítica.



  • Basta un poco de sensibilidad para que nos sintamos a veces impotentes y atemorizados.



  • Algunos hombres, algunas mujeres, tienen una sensibilidad más intensa que otros, sienten y perciben cosas que a los demás nos pasan desapercibidas.



  • Pues la sola idea de cultura no significó nunca cantidad de conocimientos, sino calidad y sensibilidad.



  • Nunca te dejes pisotear por nadie, hijo. Este consejo es la única herencia que vas a tener.



  • Está llegando la época en que la honorabilidad es la excepción y la traición es la norma.



  • Un escritor no escoge sus temas, son los temas quienes lo escogen.



  • La pasión por la literatura, como todos los buenos vicios, se acrecienta con el paso de los años.



  • Solo un idiota puede ser totalmente feliz.



  • El genio artístico o literario no es, en ningún caso, garantía de lucidez política.



  • Se escribe para llenar vacíos, para tomarse desquites contra la realidad, contra las circunstancias.



  • La democracia y la felicidad no producen gran literatura.



  • El nacionalismo, lo mismo el centralista que los periféricos, es una catástrofe en todas sus manifestaciones.



  • Escribir no es un pasatiempo, un deporte. Es una servidumbre que hace de sus víctimas unos esclavos.



  • El liberalismo representa la forma más radical de democracia.



  • Mantener la democracia o ir a la dictadura: eso es lo que está en juego en estas elecciones.



  • Siempre escribo una versión de borrador de la novela en el que trato de ser, no la historia, no la trama, sino las posibilidades de la trama. Escribo sin pensar mucho, tratando de superar todo tipo de autocrítica, sin parar, sin tener en cuenta el estilo o la estructura de la novela, papel en papel que se puede utilizar como materia prima, material crudo.



  • Querría hacer el amor como los hipopótamos. Parece brutal, pero no lo es. Me emociona esa contradicción.



  • El mundo de la literatura, el mundo del arte, es el mundo de la perfección, es el mundo de la belleza.



  • La política saca a flote lo peor del ser humano.



  • Debemos desconfiar de las utopías: por lo general terminan en holocaustos.



  • La cultura se transmite a través de la familia y cuando esta institución deja de funcionar de manera adecuada, el resultado es el deterioro de la cultura.



  • Si piensas que estás impregnado con buena literatura, con una buena cultura, eres más difícil de manipular, y eres mucho más consciente de los peligros que representa el poder.



  • La literatura nace del paso entre lo que el hombre es y lo que quisiera ser.



  • No hay misión que no no ofrezca dificultades y que no hay dificultad que no pueda ser vencida con energía, voluntad y trabajo.



  • Sin los buenos libros, seríamos peores de lo que somos, más conformistas, menos inquietos e insumisos, y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría.



  • El periodismo es la profesión peor pagada. La que da más amarguras, también.



  • No hay barbarie comparada a la del colonialismo. África nunca se recuperó.



  • La adquisición obsesiva de productos manufacturados, que mantengan activa y creciente la fabricación de mercancías, produce el fenómeno de la «reificación» o «cosificación» del individuo, entregado al consumo sistemático de objetos, muchas veces inútiles o superfluos, que las modas y la publicidad le van imponiendo, vaciando su vida interior de inquietudes sociales, espirituales o simplemente humanas, aislándolo y destruyendo su conciencia de los otros, de su clase y de sí mismo,



  • En las antípodas de las vanguardias herméticas y elitistas, la cultura de masas quiere ofrecer novedades accesibles para el público más amplio posible y que distraigan a la mayor cantidad posible de consumidores. Su intención es divertir y dar placer, posibilitar una evasión fácil y accesible para todos, sin necesidad de formación alguna, sin referentes culturales concretos y eruditos. Lo que inventan las industrias culturales no es más que una cultura transformada en artículos de consumo de masas.



  • No hay periodista abstemio. El trago inspira.



  • Escribo en periódicos. Y a veces aún hago periodismo de calle. Fue además una fuente maravillosa de temas, de personajes. No sé qué porcentaje, casi la mitad de las cosas que he escrito provienen de mis tiempos de periodista.