Frases de Lluvia

La luna cercada, de lluvias cargada.

Agua de primavera, si no es torrencial, llena la panera.

Cuando se hubieron acostumbrado a la idea de la poesía, me pedían: Habla otra vez. Habla como lluvia. Por qué sentían que el verso era como la lluvia es algo que no sé. Quizá sea una expresión de aplauso, porque en África la lluvia siempre es deseada y bienvenida.

Agua de enero, cada gota vale un dinero.

Cuando el sol se pone rojo, es que tiene lluvia en el ojo.

Venga febrero lluvioso, aunque salga furioso.

Agua de enero, hasta la hoz tiene tempero.

- ¿Quieren caminar de regreso?- ¿Caminar? No, está lloviendo.- No, será lindo caminar en la lluvia, es bello.- No, no hay nada bello con caminar en la lluvia.

Si las orejas sacude la burra, (agua / lluvia) segura.

Lluvias de enero, alegran al cosechero.

La lluvia en invierno muestra lo que los ojos ven como si fuera cosa antigua.

Cuando la tierra respondía como una caja de resonancia, con un ruido fértil y profundo, y el mundo cantaba en torno a ti, en todas las dimensiones, por encima y por debajo, ésa era la lluvia. Era como volver al mar cuando has estado mucho tiempo lejos de él, como el abrazo de un amante.

Si no llueve en febrero, ni buen pan, ni buen centeno.

Cuando hace buen tiempo, da la sensación de que el cielo esté a kilómetros de distancia, y los pájaros revolotean por el aire y la luz sin límites que se extienden en lo alto. Cuando llueve, la ciudad de cierne sobre ti, te envuelve cargada de bruma; los coches se mueven más despacio, con un resplandor apagado en los faros, y las caras que pasan por su lado están sonrosadas de frío.

Lo que me gusta de la lluvia es que es ella misma, sin más. Dices que llueve, y no puede ser sino eso. Se concentra en sí misma. Por eso cae, corre por los sumideros, desaparece.

Como un calidoscopio de cristales diminutos cambia de dibujo y de color, si al amanecer luce el sol o ha llovido. Y llena mi mundo de flores.

La sabiduría del cielo baja con la lluvia.

Me gusta la lluvia porque viene a limpiar.

Cuando el búho canta, o llueve o escampa.

Por Santa Margarita, la lluvia más que dar, quita.

En febrero, corre el agua por cualquier reguero.

Enero, helado, y febrero, aguado.

Helada sobre lodo, agua sobre todo.

Cuando llueve y graniza, hace la vieja longaniza.

Cuando llueve de tramontana, llueve con gana.

Por mucho llover, cruzarse de brazos y verla caer.

Llueve, llueve, llueve, y voy, senda adelante, con el alma ligera y la cara radiante, sin sentir, sin soñar, llena de la voluptuosidad de no pensar.

Las lluvias de invierno, vienen del infierno.

La lluvia es el llanto del cielo: en sus ojos de enamorado con la tierra, concluye como la cólera del hombre con su amada: con lagrimas copiosas.