Frases de Lágrimas

Antes de la recompensa debe haber trabajo. Planta antes de cosechar. Siembras con lágrimas antes de cosechar alegría.

Cada lágrima de dolor sembrada por los justos brota una perla.

Aprende de tus lágrimas y ganarás riendo.

Cuando aprendí a secarme las lágrimas, encontré un hombro sobre el que llorar. Y cuando dominé el arte de odiar, alguien comenzó a amarme.

Las lágrimas tienen sentido, pero sólo quien las derrama las comprende.

Si el mundo es un velo de lágrimas, sonríe hasta que los arcoíris lo atraviesen.

No te fíes de los hombres, aunque los veas llorar que con sus lágrimas dicen: ¡qué palos vas a llevar!.

Nada se seca tan rápido como las lágrimas.

Dios cuenta tus lágrimas.

Hay algo sagrado en las lágrimas. No son la marca de debilidad, sino de poder.

Las lágrimas caen en mi corazón como la lluvia en la ciudad

Nunca descartes la maravilla de tus lágrimas. Pueden ser aguas curativas y un torrente de alegría. A veces son las mejores palabras que el corazón puede pronunciar.

Una lágrima en el momento adecuado es mejor que una sonrisa fuera de lugar.

Corazón roto, tristeza, tiempos difíciles Las lágrimas pueden secarse, pero el corazón, nunca.

La belleza de cualquier tipo, en su supremo desarrollo, excita invariablemente al alma sensible hasta las lágrimas.

Cada lágrima debe vivir su propósito. Nunca borres la razón.

Vale más una casita donde viva la risa que un castillo lleno de lágrimas.

Mi risa no durará para siempre, pero tampoco mis lágrimas. Decimos que esta vida no es perfecta. Y no lo es. No es del todo bueno. Pero tampoco es del todo malo.

La risa y las lágrimas son respuestas a la frustración y al agotamiento. Yo mismo prefiero reír, ya que después hay menos limpieza que hacer.

Se derraman más lágrimas por las oraciones contestadas que por las oraciones sin respuesta.

De todos modos, todo termina en lágrimas.

Las lágrimas son un consuelo para las mujeres y un tormento para el hombre.

Ella es una lágrima que cuelga dentro de mi alma para siempre.

Todos los tonos más raros de la vida humana toman resplandor y se llenan de lágrimas.

Es un lugar tan secreto, la tierra de las lágrimas.

Amigo no es quien te limpia las lágrimas, es el que evita que derrames ni una sola.

Muy frecuentemente las lágrimas son la última sonrisa del amor.

No sé yo que haya en el mundo palabras tan eficaces ni oradores tan elocuentes como las lágrimas.

Las lágrimas son la sangre del alma.

A veces no nos dan a escoger entre las lágrimas y la risa, sino sólo entre las lágrimas, y entonces hay que saberse decidir por las más hermosas.

Porque ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece.

Dos especies de lágrimas tienen los ojos de la mujer: de verdadero dolor y de despecho.

Cada lágrima enseña a los mortales una verdad.

Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar.

Desprecia al hombre orgulloso que se avergüence de verter lágrimas.

Si lloras de alegría, no seques tus lágrimas: las robas al dolor.

Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de sí mismo es una lágrima.

Las lágrimas son inútiles, a menos que esté el marido presente para verlas derramar.

Las lágrimas que no se lloran, ¿esperan en pequeños lagos? ¿O serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza?

Dios sabe que nunca hemos de avergonzarnos de nuestras lágrimas, porque son la lluvia que limpia el cegador polvo de la tierra que recubre nuestros corazones endurecidos.