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Frases de Jules Renard

Frases de Jules Renard

Fue un escritor, poeta, dramaturgo, crítico literario y de teatro francés.

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  • No perdonamos jamás más que a aquellos que tenemos interés en perdonar



  • Toda nuestra crítica consiste en reprochar a los demás el no tener las cualidades que nosotros creemos tener.



  • Yo nunca estoy aburrido en ninguna parte, estar aburrido es un insulto a uno mismo.



  • De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes.



  • Nos consolamos de nuestras incapacidades afirmando que somos capaces de todo cuando nos lo proponemos.



  • La mejor respuesta para los chismes es un desprecio silencioso.



  • En la tierra no hay cielo, pero hay partes de él.



  • La gloria es un esfuerzo constante.



  • El único hombre que es realmente libre es aquel que puede rechazar una invitación a comer sin dar una excusa.



  • El paraíso no existe, pero debemos esforzarnos por ser dignos de él.



  • Estamos en el mundo para reír. En el purgatorio o en el infierno ya no podremos hacerlo. Y en el cielo no sería apropiado.



  • La recompensa de los grandes hombres es que, mucho después de que han muerto, uno no está muy seguro de que estén muertos.



  • Todo lo que quieres está ahí afuera esperando que preguntes. Todo lo que quieres también te quiere a ti. Pero tienes que tomar medidas para conseguirlo.



  • La claridad es la cortesía del hombre de letras.



  • Hay que domar a la vida por la dulzura.



  • La recompensa de los grandes hombres es que, mucho tiempo después de su muerte no se tiene la entera seguridad de que hayan muerto



  • Estupidez humana. Humana sobra, realmente los únicos estúpidos son los hombres.



  • La pereza no es más que el hábito de descansar antes de estar cansado.



  • Buscad lo ridículo en todo y lo encontraréis.



  • Es más difícil ser un hombre honrado ocho días que un héroe un cuarto de hora.



  • Lo que distingue al hombre de los otros animales son las preocupaciones financieras.



  • El ingenio quizás es al talento lo que el instinto a la razón.



  • Me vuelvo un poco más modesto, pero también más orgulloso de mi modestia.



  • La modestia va bien a los grandes hombres; lo difícil es no ser nada y, sin embargo, ser modesto.



  • Dios es modesto, no se atreve a vanagloriarse de haber creado el mundo.



  • Se colocan los elogios como se coloca el dinero: para que nos sean devueltos con intereses.



  • Nuestra verdadera opinión es la media entre lo que decimos al autor y lo que contamos a sus amigos.



  • Comer bien, dormir bien, ir donde se desea, permanecer donde interese, no quejarse nunca y, sobre todo, huir como de la peste de los principales monumentos de la ciudad.



  • En arte, no hacer nada como los otros; en moral hacer como todo el mundo.



  • De nada sirve morir. Hay que hacerlo a tiempo.



  • Los imprevistos son el alimento del espíritu.