Frases de Jubilación
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DÃa a dÃa aumentamos en edad. Paso a paso reducimos el número de nuestros pasos. Cuando seas viejo, verás la vida de manera diferente y obtendrás una mejor comprensión del camino de la vida: cómo lo viviste y cómo deberÃas haberlo vivido.
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El viejo es viejo a cualquier edad. Lo viejo es cuando dejas de hacer preguntas sobre esto, aquello y todo. Lo viejo es cuando te olvidas de cómo amar o peor, no te importa. Lo viejo es cuando ya no quieres bailar. Lo viejo es cuando no quieres aprender nada nuevo excepto cómo ser viejo. Lo viejo es cuando la gente te dice que eres viejo y tú les crees.
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La jubilación a los sesenta y cinco años es ridÃcula. Cuando tenÃa sesenta y cinco todavÃa tenÃa espinillas.
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La parte importante de envejecer fue la parte de crecer. Resistir los cambios significaba para siempre quedarse quieto, lo cual era una triste forma de vivir.
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Creo que el mayor error que comete la mayorÃa de las personas cuando se jubilan es que no lo planean. Toman la misma ruta que Alicia en la historia de ‘Alicia en el paÃs de las maravillas’, en la que el gato le dice a Alicia que seguramente irá a algún lado siempre que camine lo suficiente. Puede que no sea exactamente a donde quisiste llegar pero ciertamente llegas a algún lado.
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La edad es solo un número, una cifra. Una persona no puede retirarse de su experiencia. Debe usarla.
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Hay un tipo de vida completamente nueva por delante, lleno de experiencias que esperan suceder. Algunos lo llaman jubilación, pero yo lo llamo felicidad.
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Veo la jubilación como una reinvención, otra oportunidad de hacer cosas nuevas y ser una nueva versión de mà mismo.
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No solo me retiro de la empresa, también me retiro de mi estrés, de mis desplazamientos, de mi reloj despertador y de mi plancha.
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Después de tantos años al pie del cañón te merecÃas un respiro. Pero no te vas porque entre todos a los que has ayudado a crecer estos años permanecerá tu recuerdo. ¡Suerte amigo!
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Cada dÃa en el trabajo se hacÃa ameno a tu lado, compartimos experiencias y aprendimos uno del otro. Gracias a estos años junto a ti soy mejor profesional de lo que era. Mucha suerte y cuÃdate.
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Lo que más nos aproxima a una persona es esa despedida, cuando acabamos separandonos, porque el sentimiento y el juicio no quieren ya marchar juntos; y aporreamos con violencia el muro que la naturaleza ha alzado entre ella y nosotros.
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Has decidido dar un cambio en tu etapa profesional y tienes nuestro apoyo. Aquà dejaras muchos compañeros que te aprecian y que han crecido personal y profesionalmente contigo. Vas a destacar en tus nuevos retos tal y como has hecho aquÃ. Disfruta de la nueva experiencia.
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Ustedes fueron mis compañeros pero siempre serán mis amigos, me voy de la empresa pero me llevó el mejor recuerdo de todos ustedes, adiós.
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Tú eres una de aquellas personas que inspiran confianza, y me cuesta creer que ya no trabajaremos juntos. Espero que siga nuestra amistad, mucha suerte en esta nueva etapa.
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HabÃa dÃas en que el trabajo era muy difÃcil pero con ustedes todo era más sencillo, gracias compañeros por siempre darme su valioso apoyo, me llevo los mejores recuerdos.
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Tu creatividad y tu predisposición a trabajar han hecho de ti un gran profesional, hasta pronto compañero.
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Esta era una de aquellas oportunidades que no puedes dejar escapar, me alegro que dejes la empresa por algo que es mejor para ti, espero que logres todos tus objetivos.
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Amigo, gracias por todo lo que me has dado en este tiempo trabajando juntos. Ahora, disfruta de la libertad de poder administrarte tu tiempo, de vivir con tu mujer todo el tiempo robado, regala experiencias a tus nietos y demuéstrales que has vuelto para no irte más…
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El más modesto empleado, al llegar su jubilación, se pregunta de buena fe si podrá sin él ir adelante el Ministerio.
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No es verdad que el polÃtico cesante se quede enfermo de melancolÃa y quiera volver al paraÃso perdido. La púrpura del poder es pesada y deja más alivio que nostalgia cuando se pierde.
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Cuando un hombre se retira, su mujer recibe dos veces el marido, pero sólo la mitad de los ingresos.
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Creo que para un pintor, para un arquitecto, la jubilación no existe. Uno sigue haciendo cosas mientras le salen. No las va a cortar asà por una decisión de su voluntad; no va a quedarse con la mente en blanco.
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Si dentro de 30 años no tenemos dos jóvenes trabajando para mantener a un jubilado, habrá ocurrido una catástrofe o habrá robots que lo hagan.
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Siempre he soñado que una manera elegante de acabar con este baile serÃa sentarse en una mecedora blanca con un sombrero de paja junto al Mediterráneo y guardar un silencio definitivo durante muchos años mirando el horizonte sin mover una pestaña.
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Quiero ser como un vagabundo, pero con más medios: no haré nada, solo vivir y observar. No echaré de menos la interpretación.
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Yo no veo imposible que en la mitad de la vida se pueda uno dedicar unos años a estudiar otros universos y aplazar luego la fecha de jubilación.
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