Frases de James Baldwin

Fue un novelista, dramaturgo, ensayista, poeta y activista americano por los derechos civiles afroestadounidense.

El reto está en el momento; el tiempo es siempre ahora
Es cierto, en cualquier caso, que la ignorancia aliada con el poder, es el enemigo más fiero que la justicia puede tener.
Conocí a mucha gente en Europa. Incluso me encontré a mí mismo.
Por encima del talento están los valores comunes: disciplina, amor, buena suerte, pero sobre todo tenacidad.
La manera de volverse verdaderamente despreciable es despreciar el dolor de otras personas.
La libertad no es algo que se pueda dar a nadie. La libertad es algo que la gente toma, y la gente es tan libre como quiere serlo.
La guerra terminaría si los muertos pudiesen regresar.
Es casi imposible convertirse en una persona educada en un país tan desconfiado de la mente independiente.
El amor para los hombres no termina ni comienza como parece hacerlo. El amor es una batalla, el amor es una guerra, el amor es crecer.
No todo lo que se encara se puede cambiar, pero nada se puede cambiar hasta que se encara.
Supongo que cualquier escritor siente que el mundo en el que nació no es más que una conspiración contra el cultivo de su talento.
Los niños nunca han sido muy buenos escuchando a sus mayores, pero nunca han fallado en imitarlos.
La confusión es un lujo que solo los muy, muy jóvenes pueden permitirse y ya no eres tan joven.
El amor se quita las máscaras sin las cuales tememos no poder vivir y sabemos que no podemos vivir dentro de ellas.
Todo arte es una especie de confesión, más o menos oblicua. Todos los artistas, si quieren sobrevivir, se ven obligados, por fin, a contar toda la historia; y a vomitar la angustia.
El color no es una realidad humana o personal; es una realidad política.
Parece que se llega a una identidad por la forma en que la persona enfrenta y usa su experiencia.
No se puede cambiar todo lo que se enfrenta, pero nada se puede cambiar hasta que se enfrenta.
La creación más peligrosa de cualquier sociedad es el hombre que no tiene nada que perder.
Nunca hay un tiempo en el futuro en el que vayamos a trabajar nuestra salvación. El reto está en el momento; el tiempo es siempre ahora.