Frases de Inocencia. Encuentra docenas de Frases de Inocencia con fotos para copiar y compartir.
En cada niño se debería poner un cartel que dijera: Tratar con cuidado, contiene sueños.
La inocencia de un niño y la madurez de un adulto deberían estar en el mismo período de tiempo.
Cada hombre insiste en ser inocente, incluso si eso significa acusar a toda la raza humana y al cielo.
La palabra «inocencia» significa una mente que es incapaz de ser lastimada.
La verdadera inocencia no se avergüenza de nada.
Hay una inocencia en la admiración; se encuentra en aquellos a quienes nunca se les ha ocurrido que ellos también puedan ser admirados algún día.
Un niño puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.
Ten la apariencia de una flor inocente; pero sé la serpiente que acecha debajo.
La inocencia no suele ruborizarse.
La inocencia es algo que la experiencia no puede proporcionar.
Culpa e inocencia se diferencian nítidamente ante los ojos de un juez justo.
No podría volver a ser un ángel... La inocencia, una vez perdida, no se puede recuperar.
A los ojos de un niño, no hay siete maravillas en el mundo. Hay siete millones.
Son los inocentes y no los sabios los que resuelven las cuestiones difíciles.
La locura y la inocencia son tan semejantes, que la diferencia, aunque esencial, es difícil de apreciar.
No quiero tener muchos conocimientos; quiero ser lo suficientemente inocente como para que la existencia me revele sus misterios.
La fuerza más fuerte de todas es un corazón inocente.
La inocencia en el genio y la franqueza en el poder son cualidades nobles.
Un día eres inocente, entonces las circunstancias te encuentran en una situación poco probable y te preguntas cómo podrías haber sido tan estúpido.
Si te ríes de un niño diferente, él se reirá contigo porque su inocencia sobrepasa tu ignorancia.
La inocencia habita en la sabiduría, pero nunca con la ignorancia.
Para defender a un inocente nunca falta elocuencia a un hombre de bien.
Una vez que empiezas a hacer preguntas, la inocencia se ha ido.
Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.
La inocencia de la infancia es como la inocencia de muchos animales.
Los inocentes y los hermosos no tienen más enemigo que el tiempo.
Herir con un mismo golpe al inocente y al culpado, obra es de la demencia o la barbarie.
Hasta la misma ignorancia y la estupidez se cubren con el nombre de sencillez e inocencia.
La inocencia tiñe todas las cosas con matices más brillantes.
No dejes la inocencia, que es buena amiga; pues echarás de menos su compañía.
La inocencia que no siente ningún riesgo y se enseña sin cuidado, es más vulnerable que la culpa.
La inocencia de los niños es lo que los hace destacar como un brillante ejemplo para el resto de la humanidad.
Inocencia en el genio y candor en el poder, ambas nobles cualidades.
Para los niños y los inocentes, todo es lo mismo.
Cuando somos niños, casi nunca pensamos en el futuro. Esa inocencia nos deja libres para disfrutar como pocos adultos pueden hacerlo.
Todos los aprendizajes más importantes de la vida, se hacen jugando.
Lo peor de nosotros no está exento de inocencia, aunque esté profundamente enterrado.
Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz.
El hombre noble conserva durante toda su vida la ingenuidad e inocencia propias de la infancia.
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.