Frases de Gobierno

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  Los hombres gobiernan el mundo, y las mujeres a sus hombres, ¿qué más quieren? (Bogumill Goltz
  

  
  
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  Los hombres intentan gobernar a los demás, pero evitan gobernarse a sí mismos.

  
  
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  Los que no saben gobernar, que obedezcan.

  
  
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  Mal gobernante el que exprime al pueblo dándole poco a cambio.

  
  
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  Nada más triste que el espectáculo de un país que por temor soporta un gobierno detestado.

  
  
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  Nadie puede imaginar para quien gobierna cosa más decorosa que la clemencia.

  
  
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  Ningún gobierno puede estar seguro largo tiempo sin una formidable oposición.

  
  
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  Ningún pueblo cree en su gobierno. A lo sumo, los pueblos están resignados.

  
  
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  Para el vasallo afligido viene a ser lo mismo que el gobierno se equivoque por malicia que por ignorancia.

  
  
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  Para gobernar locos es menester gran seso y para regir necios, gran saber.

  
  
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  Para un gobierno injusto, el mártir es más nocivo que el rebelde.

  
  
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  Por malo que sea un gobierno, hay algo peor, y es la supresión del gobierno.

  
  
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  Que discutan algunos sobre la forma de gobierno. El que mejor administra es el que mejor gobierna.

  
  
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  Quien disimular no puede, que no gobierne.

  
  
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  Quien no sabe gobernar es siempre un usurpador.

  
  
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  Si un pueblo tiene el gobierno que merece, ¿cuándo mereceremos no tener ninguno?.

  
  
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  Todo ciudadano es rey bajo un rey ciudadano.

  
  
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  Todo no puede funcionar a la perfección en el mundo, pues a los hombres hay que gobernarlos con engaños.

  
  
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  Un estado está bien gobernado cuando los ciudadanos obedecen a los magistrados, y éstos a las leyes.

  
  
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  Un hombre de estado debe tener el corazón en la cabeza.

  
  
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  Un país gobernado por un déspota es un cono invertido.

  
  
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  Una dictadura es un estado en el que todos temen a uno y uno a todos.

  
  
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  Una dictadura es un régimen en el que la gente recita en lugar de pensar.

  
  
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  Una mayoría vale lo que vale el gobierno que la pone en movimiento.

  
  
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  Una monarquía debe ser gobernada por demócratas, y una república por aristócratas.

  
  
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  No se debe tener ni amor ni odio hacia los hombres que están en el gobierno. Se debe tener para ellos el mismo sentimiento que se tiene por un cochero; conduce bien, o conduce mal, eso es todo.