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Frases de George Sand

Frases de George Sand

Fue una novelista y periodista francesa, considerada una de las escritoras más populares de Europa en el siglo XIX.

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  • Las decepciones no matan, y las esperanzas hacen vivir.



  • Guarda bien ese tesoro dentro de ti, la amabilidad. Aprende a saber cuándo dar sin dudarlo, a cómo perder sin arrepentimiento y cómo conseguir lo que deseas sin ser mezquino.



  • El recuerdo es el perfume del alma.



  • El trabajo no es el castigo del hombre. Es su recompensa, su fuerza y su placer.



  • Solo hay una felicidad en la vida – amar y ser amado.



  • Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado.



  • La vida en común entre personas que se aman es el ideal de felicidad.



  • El olvido es el verdadero sudario de los muertos.



  • No podemos arrancar una página de nuestra vida, pero podemos tirar todo el libro al fuego.



  • El beso es una forma de diálogo.



  • Te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz.



  • Admiración y familiaridad son extraños.



  • Nadie hace una revolución por sí mismo, y hay algunas revoluciones que la humanidad lleva a cabo sin saber muy bien cómo, porque es todo el mundo que los lleva en la mano.



  • Mi profesión es ser libre.



  • Existe únicamente una felicidad en esta vida, amar y ser amado.



  • Hay solo una felicidad en esta vida; amar y ser amado.



  • La mejor manera de hacerse recordar es mostrando un corazón generoso.



  • Dios, que muestras nuestras lágrimas a nuestro conocimiento, y que, en su inmutable serenidad, nos parece que no nos tiene en cuenta, ha puesto él mismo en nosotros esta facultad de sufrir para enseñarnos a no querer hacer sufrir a otros.



  • La simplicidad es lo más difícil de conseguir en este mundo, es el último límite de la experiencia y el último esfuerzo del genio.



  • El amor no correspondido difiere del amor mutuo, al igual que el engaño difiere de la verdad.



  • La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma.



  • Cuida bien este tesoro dentro de ti mismo: la bondad. Saber cómo dar sin dudarlo, cómo perder sin arrepentimiento, cómo ganar sin mezquindad.



  • Un hombre y una mujer son hasta tal punto la misma cosa que casi no se entiende la cantidad de distinciones y de razonamientos sutiles de los cuales se nutre la sociedad sobre este argumento.



  • La desgracia, al ligarse a mí, me enseñó poco a poco otra religión, distinta a la religión enseñada por los hombres.



  • Aceptemos la verdad, incluso cuando nos sorprende y altera nuestros puntos de vista.



  • No hay verdadera felicidad en el egoísmo.



  • Desde que comenzó el tiempo, el mundo les ha parecido estúpido a quienes no son estúpidos. Fue para evitar esa molestia que me volví estúpido, tan rápido como pude. Puro egoísmo, sin duda.



  • Solo existe una felicidad en la vida; amar y ser amado.



  • El verdadero modo de no saber nada es aprenderlo todo a la vez.



  • En la vida humana la risa de una buena persona es como el canto de su conciencia.