Frases de George Eliot

Mary Anne Evans, más conocida por su seudónimo George Eliot, fue una escritora británica.

Bendita es la influencia de un alma humana que verdaderamente ama a otro.
El orgullo del cuerpo es una barrera contra los dones que purifican el alma.
El orgullo nos ayuda; y el orgullo no es malo cuando solo nos urge a esconder nuestras propias heridas, no a herir a los demás.
Nunca es tarde para ser lo que deberías haber sido.
El mejor fuego no es el que se enciende rápidamente.
Cada límite es tanto un comienzo como un final.
Es un tipo de fama insignificante, en el mejor de los casos, la que proviene de hacer violines; y tampoco salva a las masas. No obstante, irás al purgatorio.
La gente es casi siempre mejor de lo que creen sus vecinos.
Las personas glorifican todo tipo de valentía, excepto la valentía que pueden mostrar en nombre de sus vecinos más cercanos.
Pero lo que llamamos nuestra desesperación es a menudo sólo el doloroso afán de la esperanza sin alimento.
No hay decepción en la memoria, y las exageraciones de uno siempre están en el lado bueno.
La recompensa de un deber es el poder de cumplir con otro.
Es imposible, al menos para mí, ser poético en un clima frío.
Una mente estrecha es la que no puede mirar un tema desde varios puntos de vista.
Qué gran cosa hay para dos almas humanas que sentir que están unidas para fortalecerse mutuamente, para estar juntas en silenciosos recuerdos indescriptibles.
Nadie está graduado en el arte de la vida mientras no haya sido tentado.
Las personas impacientes, según Bacon, son como las abejas y se suicidan al picar a otros.
Las apariencias tienen muy poco que ver con la felicidad.
¿Para qué vivimos, si no es para hacernos la vida menos difícil el uno al otro?.
Hay muchas victorias peores que derrotas.
La ira y los celos no pueden soportar más perder de vista sus objetos, que el amor.
La excelencia alienta a uno sobre la vida en general; muestra la riqueza espiritual del mundo.
Todos los significados, sabemos, dependen de la clave de interpretación.
La vida comienza al levantarme y amar la cara de mi madre.
El orgullo no es una mala cosa cuando sólo nos insta a ocultar nuestro propio dolor, sin hacer daño a los demás.
Nunca es muy tarde para ser lo que pudiste haber sido.
El mejor augurio del éxito de un hombre en su profesión es que piense que es la mejor del mundo.
Nada es nunca tan bueno como parece de antemano.
La vanidad está tan incómoda bajo la indiferencia como la ternura está bajo un amor que no puede devolver.
Ningún cumplido puede ser elocuente, excepto como una expresión de indiferencia.
Bendito sea el hombre que no teniendo nada que decir, se abstiene de demostrárnoslo con sus palabras.
Hay muchas personas que adquieren la costumbre de ser infelices.
El carácter no está cortado en mármol; no es algo sólido e inalterable. Es algo vivo y cambiante.
El egoísmo que entra en nuestras teorías no afecta su sinceridad; más bien, cuanto más satisfecho esté nuestro egoísmo, más robusta es nuestra creencia.
Hay una especie de celos que necesita muy poco fuego; Difícilmente es una pasión, sino una plaga en el abatimiento nublado y húmedo del egoísmo inquieto.
¡Cuán inefable el alargamiento de los recuerdos en común hace querer a nuestros viejos amigos!.
Es tan inútil luchar contra las interpretaciones de la ignorancia como azotar la niebla.
El premio del cumplimiento de un deber es podercumplir otro.
Un hombre sabio es aquel que no sufre por las cosas que no tiene, sino que disfruta de las que sí posee.
La pasión se convierte en una fuerza cuando halla salida en el trabajo de nuestro brazo, la habilidad de nuestra mano o la actividad creadora de nuestro espíritu.