La vida no se mide por el número de veces que respiramos, sino por los momentos que nos quitan el aliento.
Una vez que olvidas todas las tonterías que te enseñan en la escuela, la vida se vuelve bastante sencilla.
No solo enseñes a tus hijos a leer, enséñales a cuestionar lo que leen, enséñales a cuestionar todo.
Las ovaciones se han vuelto demasiado comunes. Lo que necesitamos son ovaciones donde todos los miembros de la audiencia se den puñetazos y patadas entre ellos.
Creo que sería interesante que los ancianos tuvieron la enfermedad de Alzheimer anti-donde comenzaron lentamente a recuperar los recuerdos perdidos de otras personas.