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Frases de Francisco de Asís

Frases de Francisco de Asís

Es un santo umbro, diácono, ​​ también conocido como El Padre Francisco y fundador de la Orden Franciscana.

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  • Que la paz que anuncian con sus palabras esté primero en sus corazones



  • Comienza por hacer lo necesario; luego haz lo que es posible; y de repente, estarás haciendo lo imposible.



  • ¿Cómo podéis asesinar y devorar despiadadamente a esas adorables criaturas que mansa y amorosamente os ofrecen su ayuda, amistad y compañía?.



  • Mientras perdonemos nosotros somos perdonados.



  • Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde hay odio, déjame sembrar amor.



  • Allí donde reinan la quietud y la meditación, no hay lugar para las preocupaciones ni para la disipación.



  • Empieza haciendo lo necesario, después lo posible, y de repente te encontrarás haciendo lo imposible.



  • Si usted tiene los hombres que excluirán a cualesquiera de las criaturas de dios del refugio de la compasión y la piedad, que tendrá los hombres que tratarán además de sus semejantes.



  • Concédeme el tesoro de la pobreza sublime: permitir que el signo distintivo de nuestra orden a ser que no posee nada propio bajo el sol, por la gloria de su nombre, y que no tienen otro patrimonio de la mendicidad.



  • Un solo rayo de sol es suficiente para borrar millones de sombras.



  • Comience haciendo lo que sea necesario; entonces haz lo que sea posible; y de repente estás haciendo lo imposible.



  • Dios requiere que ayudemos a los animales, cuando necesitan nuestra ayuda. Cada ser (humano o criatura) tiene el mismo derecho de protección.



  • Toda la oscuridad del mundo no puede apagar la luz de una sola vela.



  • Pues es al dar es que recibimos.



  • La santa pobreza confunde la avaricia y las preocupaciones de este mundo.



  • Cuando oramos a Dios no debemos buscar nada.



  • Cada criatura en desgracia tiene el mismo derecho a ser protegida.



  • Es en dar lo que recibimos.



  • La alegría espiritual surge de la pureza del corazón y la perseverancia en la oración.



  • Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible.



  • Señor, concédeme la serenidad para aceptar la cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que si puedo y sabiduría para discernir la diferencia.



  • Es feliz quien nada retiene para sí.



  • Sin la oración nadie puede progresar en el servicio divino.



  • La ley de Cristo, que se cumple en el amor, nos obliga a procurar la salvación de las almas más que la del cuerpo.



  • La verdadera enseñanza que trasmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos.



  • La cortesía es hermana de la caridad, que apaga el odio y fomenta el amor.



  • Recuerda que cuando dejes esta tierra, no podrás llevarte nada de lo que hayas recibido, sólo lo que has dado.



  • Amemos a Dios con corazón sencillo y espíritu puro, eso es lo que busca Él por encima de todo.