Frases de Desconfianza

Conocer a algunos hombres es, sin duda alguna, no fiarse de ellos.

Piensa mal y acertarás.

Las frases de desconfianza son una parte importante de la comunicación humana. Estas frases, a menudo usadas con el fin de rechazar la confianza otorgada por otra persona, pueden ser la última barrera para evitar que algo salga mal. Si estás buscando mantener una relación sana y segura, entonces es importante saber cuándo decir frases de desconfianza adecuadas para prevenir problemas futuros.

Nunca se fíe de una mujer hermosa, sobre todo cuando esté interesada en usted.

Desconfiar siempre es un error, confiar siempre también lo es.

Una de las emociones que más destruye el amor son los celos o el miedo al engaño.

Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso en quien confías dos veces.

El enfermo de amor, el traicionado y el celoso tienen el mismo olor.

La desconfianza y la precaución son los padres de la seguridad.

Mentiras, desconfianza, frases ambiguas, esto se parece a un matrimonio de verdad.

Desconfía del hombre que te aconseja que desconfíes.

Me digo que te conozco, y luego, cuando lo pienso, me doy cuenta de que no.

Nunca somos tan vulnerables como cuando confiamos en alguien. Pero paradójicamente, si no confiamos, no podremos hallar amor o alegría.

La desconfianza en nosotros mismos es un enemigo traidor que nos priva de hacer muchas cosas buenas.

No sospecho de nadie, pero desconfío de todos.

La experiencia te enseña que el hombre que te mira fijamente a los ojos, sobre todo si se añade un fuerte apretón de manos, está ocultando algo.

Confía en las personas hasta que te den motivos para no hacerlo. Y entonces no vuelvas a fiarte nunca.

Hemos crecido en un entorno determinado y todo lo que sea diferente nos causará (en primera instancia) desconfianza o rechazo.

Ante todo debéis guardaros de las sospechas, porque ése es el veneno de la amistad.

Es fácil, terriblemente fácil, hacer tambalear la confianza de un hombre en sí mismo. Aprovecharse de esta ventaja para conmover el espíritu de una persona es una labor diabólica.

Los calladitos son los peores.

No se puede confiar en alguien que no tiene nada que perder.

Es peligroso creer en la gente. Yo ya no lo hago.

Ya no puedes fiarte de nadie. Si quieres algo, tienes que hacerlo tú.

A veces la traición es inevitable.

Tal vez yo sea engañado muchas veces, pero no dejaré de creer que en algún lugar alguien merece mi confianza.

Al hombre y al fuego, con recelo.

Desconfía de la persona que lo ve todo bien, y de aquel que lo ve todo mal.

La suspicacia es, en el mejor de los casos, la virtud de un cobarde.

Es más vergonzoso desconfiar de nuestros amigos que ser engañados por ellos.

En un mundo lleno de desconfianza, debemos atrevernos a creer.

Los mayores logros de la mente humana generalmente se reciben con desconfianza.

Si puedes estar por encima de la desconfianza inicial que las personas tienen sobre los extraños, puedes hacer cosas extraordinarias.

Nos abrimos a los demás reduciendo la desconfianza, nos trae un sentido de conexión con los otros y el sentido de propósito en la vida.

No se puede aprender de quien uno desconfía.

El desconocimiento mutuo genera desconfianza mutua.

En el amor, el engaño generalmente sobrepasa a la desconfianza.

La vulnerabilidad engendra el miedo y el miedo engendra la desconfianza.

Nuestra desconfianza es muy cara.

Con los desconocidos, no desconfíes, pero tampoco confíes.

Desconfía de aquel hombre que te pide que desconfíes. Él toma la medida de su pequeña alma y considera que el mundo no es mucho más grande que eso.