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El que no tiene celos no está enamorado.
El enamorado celoso soporta mejor la enfermedad de su amante que su libertad.
La rabia de los celos es tan fuerte que fuerza a hacer cualquier desatino.
Lo que la locura dicta, los celos lo creen.
No hay verdadero amor donde hay alguna sospecha.
Cuando vi que te alejabas dejé de ver, de sentir, de oír, sólo pensaba en que te ibas. Sólo pensaba que mi amor se iba y sólo quería estar con ella.
Cuando el hombre es celoso, molesta; cuando no lo es, irrita.
El amor celoso enciende su antorcha en el fuego de las furias.
Marido celoso, no tiene reposo.
El celoso ama más, pero el que no lo es ama mejor.
Y mi ardiente pasión murió de frío; que así muere el amor cuando no hay celos.
Escucha, solo hay algo a lo que le temo. A que puedas amarlo más que a mí.
Yo fui tu opción, mientras que tú fuiste mi prioridad.
Los celos son los hermanos del amor, como el diablo es hermano de los ángeles.
Si te quedas anclado en mi pasado, es porque no mereces estar en mi futuro.
Los celos no son corrientemente más que una inquieta tiranía aplicada a los asuntos del amor.
Casi siempre los celos se relacionan con la envidia. Pero la diferencia básica es que se siente envidia de lo que uno no tiene y celos de lo que uno tiene.
Los amores más duraderos son aquellos en que uno de los dos amantes es extraordinariamente celoso.
Los celos matan el amor pero no el deseo. Este es el verdadero castigo de la pasión traicionada.
El amor es fuerte como la muerte; los celos son crueles como la tumba.
Estar celoso es el colmo del egoísmo, es el amor propio en defecto, es la irritación de una falsa vanidad.
El que es celoso, no es necesariamente celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta.
Donde hay celos hay amor, donde hay viejos hay dolor.
Celos son hijos del amor, mas son bastardos, te confieso.
Se sufre de dos clases de celos: los del amor y los del amor propio.
Celosía es sinónimo de inseguridad; posesividad es sinónimo de miedo a la soledad.
Cuando tengas tiempo para mí, tal vez yo ya no quiera darte el mío.
Los celos son siempre el instrumento certero que destruye la libertad interior y elimina en la compañía toda la felicidad posible.
El enfermo de amor, el traicionado y el celoso tienen el mismo olor.
Amor sin celos, no lo dan los cielos.
Puedo esperar por ti pero deberías saber que hay muchos que esperan por mí.
Una de las emociones que más destruye el amor son los celos o el miedo al engaño.
Los celosos son los primeros que perdonan, todas las mujeres lo saben.
Te va a doler mucho, cuando sonría y no sea por ti.
No voy a preocuparme más por aquellos que no me valoran.
Los celos nacen del amor, pero no mueren con éste.
Los celos, como las fronteras, aparecen para justificar un dominio sobre lo que nunca se ha poseído.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
Los que albergan pensamientos de odio, celos, venganza y malicia son verdaderamente personas muy peligrosas. Causan inquietud y mala voluntad entre los hombres.
Te darás cuenta de lo que pierdes el día que sonría y sepas que no es por ti.