Frases de Caballos

A un caballo no le importa mucho cuánto sabes, hasta que se da cuenta de cuanto le importas. Pon tu mano sobre tu caballo y tu corazón en tu mano.

Que no permita Dios que yo vaya a un paraíso donde no existan caballos.

Hemos casi olvidado lo extraño que es que un animal tan imponente, poderoso e inteligente como un caballo le permita a otro animal mucho más débil montarlo.

Viajaría solamente en caballo, si tuviera la oportunidad.

He descubierto que el caballo es la vida misma, una metáfora, pero también un ejemplo del misterio e imprevisibilidad de la vida, de la generosidad y belleza de la vida; un digno objeto de contemplación.

El dinero no puede comprar la felicidad, pero puede comprar caballos, que vienen a ser lo mismo.

Para estar con los caballos la alegría es esencial, pues pone en contacto la gracia, la belleza, el espíritu y la libertad.

Frecuentemente he dicho que no hay nada mejor para el interior del hombre, que el exterior de un caballo.

Ninguna hora invertida en la silla de montar puede considerarse como malgastada.

Los caballos hacen que un paisaje parezca hermoso.

No existe una sensación de libertad igual a la que siento cuando estoy montado en mi caballo.

Uno puede ver lo que el hombre ha hecho desde el asiento de un automóvil, pero la mejor manera de ver lo que Dios hizo es desde el lomo de un caballo.

Monta el caballo en la dirección en la que está yendo.

De mi caballo aprendí que la fuerza se complementa con la nobleza y la lealtad.

Un caballo te permite volar sin alas.

Si te has ganado la confianza de un caballo, te has ganado un amigo de por vida.

Si tuviera un caballo propio que me quisiera, al que alimentara y me conociera, sería grandioso.

Para muchos las palabras amor, esperanza y sueño son un sinónimo de caballo.

A caballo regalado no le mires el diente.

Cuando tu caballo te sigue sin pedírselo, cuando frota su cabeza con la tuya, y cuando lo ves y sientes un escalofrío… sabes que eres amado.

El caballo. En él encontrarás nobleza libre de arrogancia, amistad sin envidia, belleza carente de vanidad y un sirviente dispuesto, sin embargo, nunca un esclavo.

Se sabe que los caballos son más inteligentes que las personas. ¿Alguna vez has escuchado que un caballo se quede en la bancarrota por andar apostando en la gente?

Los caballos son en si mismos la poesía de la vida.

Si tu caballo te dice que “no”, es ya sea porque hiciste la pregunta incorrecta, o hiciste la pregunta de una manera incorrecta.

Haber nacido en un establo no lo hace a uno un caballo.

La alegría esencial de estar con caballos es que nos pone en contacto con los raros elementos de la gracia, belleza, espíritu y libertad.

Por eso Dios nos dio a los caballos. Quería que viéramos su belleza, coraje y especialmente su capacidad de perdonar, es un reflejo de Él mismo.

Cuando montamos a caballo, pedimos prestada libertad.

Los caballos inspiran felicidad, libertad, fuerza y honestidad. Valores indispensables para progresar en la vida.

Un caballo galopa con sus pulmones, persevera con su corazón y gana con su carácter.

Un caballo me hace más feliz que muchas personas.

Puedes sacar a un caballo de lo salvaje, peor no puedes sacar lo salvaje de un caballo.

Para mí, los caballos y la libertad son sinónimos.

Hasta que no has amado a un animal, una parte de tu alma permanece dormida.

No existe secreto tan cercano como el de un jinete y su caballo.

Si me pides poesía en movimiento te mostraré un caballo.

Un buen jinete puede escuchar a su caballo hablar. Un gran jinete puede escuchar a su caballo susurrar.

Todo caballo merece, al menos una vez, ser amado por una niña.

No importa lo brillantemente que realicen su trabajo, el éxito se reduce a los caballos, y los pura sangre son anarquistas de corazón.

En los ojos del caballo brillan estrellas llenas de sabiduría y coraje para guiar a los hombres de los cielos.