Frases de Besos

Los besos son como pepitas de oro o de plata, halladas en tierra y sin un gran valor, pero preciosas porque revelan que cerca hay una mina.
Nuestros cuerpos: auroras y ponientes en la alegría loca de los vientos. ¡El corazón del mundo en nuestra boca!
Señor, quisiera saber quien fue el loco que inventó el beso.
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La mujer es embellecida por el beso que ponéis sobre su boca.

Y hoy igual que mañana, mañana igual que ayer un hombre enloquecido besará una mujer.
Por tus besos vendería el porvenir!
Lo besó sin miedo, con el valor que da saber que no hay nada que perder porque todo está ya perdido.
Besé a la primera mujer y fumé el primer cigarrillo el mismo día. Desde entonces no he tenido tiempo para fumar.
Nadie quiere besar cuando tiene hambre.
El beso más pequeño nunca visto. Una milésima de segundo, pulpa y plumón incluidos. Apenas un roce, un ejercicio de papiroflexia.
El beso es hambre de inmortalidad.

Desde que encontré tus labios, como una mariposa al descubrir su miel, necesito tu boca para embriagar tus noches y tus manos sedientas que alimentan mi piel.
Un cuento corto es algo por completo distinto: podría compararse con un beso dado apresuradamente en la oscuridad a una desconocida.
Lo primero que asombra en el primer beso es el exotismo...
Tienes una boquita tan embustera, que a batalla de besos me la comiera.
Sin un beso bajo la luna el temor es incierto las estrellas y soles despiertan sin esperanzas.

El primer beso que supo a beso y fue para mis labios niños como la lluvia fresca.
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Cuando la edad enfría la sangre y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, y nuestra evocación más dulce, la del primer beso.
Un beso hace que el corazón vuelva a ser joven y borre los años.
Bésame y sabrás lo importante que soy.
El beso es una forma de diálogo.
No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos.
El primer beso es mágico, el segundo íntimo y el tercero rutina.

Lo más difícil no es el primer beso, sino el último.
¿Un beso? Un truco encantado para dejar de hablar cuando las palabras se tornan superfluas.
El más bello instante del amor, el único que verdaderamente nos embriaga, es este preludio: el beso.
La decisión del primer beso es la más crucial en cualquier historia de amor, porque contiene dentro de sí la rendición.
Besos que vienen riendo, luego llorando se van, y en ellos se va la vida, que nunca más volverá.
No fue un beso muy largo, y desde luego no fue uno de esos de película, pero fue maravilloso a su manera. Lo único que recuerdo es que, cuando nuestros labios se rozaron, tuve la certeza de que jamás olvidaría aquel instante.
Para el beso, la nariz y los ojos están tan mal colocados como mal hechos los labios.
Por una mirada, un mundo; por una sonrisa un cielo; por un beso, yo no se que te diera por un beso.
El ruido de un beso no es tan retumbante como el de un cañón, pero su eco dura mucho más.
Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado.
Para una mujer, el primer beso es el final del principio; para un hombre, el comienzo del final.