Frases de Autoayuda

Creo sinceramente que es bueno tener sueños.
La felicidad es el secreto de toda belleza; no hay belleza que sea atractiva sin felicidad.
Cuando haces lo que más temes, puedes hacer cualquier cosa.
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Es mejor ser odiado por lo que eres que ser amado por lo que no eres.

Puedes tener cualquier cosa que quieras si estas dispuesto a renunciar a la creencia de que no lo puedes tener.
No puedes parar las olas, pero puedes aprender a surfear.
La gente suele aprender cuando quiere, cuando de verdad encuentra una motivación.
No tienes control sobre los gustos de otros, por tanto enfócate en ser fiel a ti mismo.
El descontento y frustración que sientes es totalmente tu propia creación.
Cualquier idea, plan o propósito, puede ser establecida en la mente a través de la repetición en el pensamiento.
La opinión sobre ti de otra gente no tiene que convertirse en tu realidad.

Una persona que nunca cometió un error nunca intentó nada nuevo
Solo tenemos que cambiar una cosa para tener felicidad en nuestras vidas: dónde centramos nuestra atención.
Toma responsabilidad de tu propia felicidad, no esperes que la gente o las cosas te la concedan, o podrías ser decepcionado.
La gente exitosa tiene miedo, la gente exitosa tiene dudas, la gente exitosa tiene preocupaciones. Simplemente no dejan que sus sentimientos los paren.
Los que no pueden cambiar sus mentes no pueden cambiar nada.

Buscar razones para vivir es una buena razón para seguir viviendo, y si no las hay, hay que inventárselas.
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Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, estamos desafiados a cambiarnos a nosotros mismos.
Recuerda siempre que eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas.
Solo creces cuando estas solo.
Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, por tanto, no es un acto, sino un hábito.
Cuando veas una buena persona, piensa en ser como él. Cuando veas a alguien no tan bueno, reflexiona sobre tus puntos débiles.
No conquistamos a la montaña, si no a nosotros mismos.

No tienes que ser bueno en algo para ser querido.
No era la voluntad de ganar, era la voluntad de prepararse para ganar lo que marcaba la diferencia.