Frases de Atardecer

Imperfecto y todo, no hay poniente tan bello que no pudiese serlo más.
El atardecer es el momento cuando los hombres susurran asuntos sobre los cuales permanecen en silencio a plena luz del sol.
Cayó el crepúsculo: el cielo se tiñó de una luz color púrpura oscuro, cubierto de pequeñas estrellas plateadas.
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Nunca le des la espalda al atardecer porque le debes las gracias al sol por haber iluminado tu día.

Los viajes son como los atardeceres, si esperas demasiado te los pierdes.
Existe un amanecer y un atardecer todos los días y son gratis. No te pierdas tantos de ellos.
Los atardeceres son una de esas cosas en esta vida que no esperan.
El sol se extinguía a sí mismo en el horizonte acuoso.
La vida se trata de disfrutar cada atardecer y procurar el siguiente amanecer.
Es casi imposible observar un atardecer y no soñar.
Cuando he estado trabajando todo el día, me encuentro con un buen atardecer.

El amanecer llega lentamente, pero el ocaso es rápido.
La oscuridad que le sigue a un atardecer nunca será tan oscura como para llegar cambiar la inevitabilidad del amanecer.
Una puesta de sol es un fenómeno intelectual.
Las nubes vienen flotando a mi vida, no para seguir trayendo consigo lluvia o para escoltar la tormenta, sino para añadir color a mi cielo de atardecer.
Cuando uno se encuentra tan triste, gustan las puestas de sol.

Suavemente llegó la noche con el atardecer.
Admira los esfuerzos del fracaso, así como admiras la belleza del atardecer.
Cuando yo admiro la maravilla de una puesta de sol o la belleza de la luna, mi alma crece para adorar al creador.
La vida es lucha y tormento, decepción, amor y sacrificio, atardeceres de oro negro y de tormentas.
La pradera está nublada y las aguas guardan silencio. Es el atardecer.
El crepúsculo es el aperitivo de la noche.
¡Qué sensibilidad la del sol!: sonrojar todas las noches el momento en el que se pone el sol.
Escalo las montañas para poder ver dónde descansa el sol.
La puesta del sol en primavera camina sobre la cola del faisán dorado.
Si tus ojos están cegados con tus preocupaciones, entonces no podrás ver la belleza del atardecer.
La soledad añade belleza a la vida. Pone una especial quemadura a las puestas de sol y hace que el olor del aire de la noche mejore.

A la luz del día le pertenezco al mundo, y por la noche al sueño y a la eternidad. Pero en el ocaso estoy libre de ambos, y solo me pertenezco a mí misma; y a ti.
Medita al atardecer, mirando las estrellas y acariciando a tu perro. Es un remedio infalible.
Existe una cualidad especial a la soledad del atardecer, una melancolía mucho más inquietante que la de la noche.
Las puestas de sol son tan hermosas que parece casi como si estuviéramos mirando a través de las puertas del cielo.
El sol del alba es siempre una promesa. El del mediodía, implacable, nos juzga. Y el del ocaso, irremediablemente, ya nos ha condenado.