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Frases de Antonio Machado

Frases de Antonio Machado

Fue un poeta español, el más joven representante de la generación del 98.

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  • En el análisis psicológico de las grandes traiciones encontraréis siempre la mentecatez de Judas Iscariote.



  • En cuestiones de cultura y de saber, solo se pierde lo que se guarda; solo se gana lo que se da.



  • Demos tiempo al tiempo: para que el vaso rebose primero hay que llenarlo.



  • Los que están siempre de vuelta de todo son los que nunca han ido a ninguna parte.



  • Demos tiempo al tiempo: para que el vaso rebose hay que llenarlo primero.



  • Que dos y dos sean necesariamente cuatro, es una opinión que muchos compartimos. Pero si alguien sinceramente piensa otra cosa, que lo diga. Aquí no nos asombramos de nada.



  • Virtud es fortaleza; ser bueno es ser valiente.



  • Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien.



  • Se miente más de la cuenta por falta de fantasía; también la verdad se inventa.



  • En la desesperanza y en la melancolía de tu recuerdo, soria, mi corazón se abreva.



  • En España, de cada diez cabezas, una piensa y nueve embisten.



  • Todo lo que se ignora, se desprecia.



  • El hombre sólo es rico en hipocresía. En sus diez mil disfraces para engañar confía; y con la doble llave que guarda su mansión para la ajena hace ganzúa de ladrón.



  • Demos tiempo al tiempo: para que el vaso rebose hay que llenarlo primero.



  • Está el hoy abierto al mañana. Mañana, al infinito. Hombres de España: ni el pasado ha muerto ni está el mañana, ni el ayer escrito.



  • Cuando recordar no pueda, ¿dónde mi recuerdo irá? Una cosa es el recuerdo y otra cosa es recordar.



  • La primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido.



  • Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar.



  • Cuatro principios a tener en cuenta: lo contrario es también frecuente. No basta mover para renovar. No basta renovar para mejorar. No hay nada que sea absolutamente empeorable.



  • El hombre, a quien el hambre de la rapiña acucia, de ingénita malicia y natural astucia, formó la inteligencia y acaparó la tierra. ¡y aún la verdad proclama! ¡supremo ardid de guerra!.



  • En el corazón tenía la espina de una pasión. Logré arrancármela un día: ya no siento el corazón.



  • Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: el despertar.



  • Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.



  • En España de cada 10 cabezas: 9 embisten y 1 piensa.



  • A las palabras de amor les sienta bien un poquito de exageración.



  • La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés.



  • En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela.



  • Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas.



  • Todo necio confunde valor y precio.



  • ¿Para qué llamar caminos a los surcos del azar? Todo el que camina anda, como Jesús, sobre el mar.



  • La carencia de vicios añade muy poco a la virtud.



  • Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.



  • Los conceptos son de todos y se nos imponen desde fuera; las intuiciones siempre son nuestras.


  • Amigo, no pretendas ser el hacedor de sueños, ni el arquitecto de torres que se pierden en el cielo, sé lo que eres, un simple caminante en la vida, pero aquel que camina siempre a mi lado, a la par. Tu risa y tu llanto, tus alegrías y dolores, han sido faros en la noche y oasis en el desierto, juntos hemos recorrido caminos, entre espinas y flores, y en cada paso, en cada huella, se encuentra nuestro encuentro. Amiga, no cambies nunca, sigue siendo ese faro, que alumbra mis orillas y me guía en la tormenta, y si algún día nos perdemos, en la lejanía del tiempo, que el rumor del viento nos recuerde nuestra senda.




  • La tristeza y la alegría son como los tramos de la misma cuesta.