Frases de Amor Eterno

Si mi alma es eterna puedo tener la certeza de que siempre te amare.

Las cosas más bellas del mundo y mejores no se pueden ver ni siquiera tocar. Deben sentirse con el corazón.

Lo que se hace por amor está más allá del bien y del mal.

Si la vida fuera otra y la muerte llegase entonces, te amaría hoy, mañana... Por siempre... Todavía.

El verdadero amor es eterno, infinito. Es equilibrado y puro, sin manifestaciones violentas: tiene los cabellos blancos y es siempre joven en el corazón.

Cuando veo tu cuerpo solo puedo pensar en los tiempos de futuro y los plurales, en palabras inmensas como la palabra eternidad.

Quien intenta poseer una flor, ve marchitarse su belleza. Pero quien se limite a mirar una flor en un campo, permanecerá para siempre con ella. Porque ella combina con la tarde, con la puesta del sol, con el olor de la tierra mojada y con las nubes del horizonte.

El amor verdadero hace milagros porque él mismo es ya el mayor milagro.

Me abrieron tus ojos las puertas de lo eterno y el secreto de la vida me lo dijo tu boca.

No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.

Podrá nublarse el sol eternamente. Podrá secarse en un instante el mar. Podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal. ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor.

Dicen que el amor no es eterno, pero déjame que sea eterno mientras dure.

La paradoja del amor es ser uno mismo, sin dejar de ser dos.

El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. El amor en cambio, es un eterno insatisfecho.

Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna.

Amo como ama el amor. No conozco otra razón para amar que amarte.

El amor es una fuente inagotable de reflexiones: profundas como la eternidad, altas como el cielo y grandiosas como el universo.

Nadie tiene el dominio sobre el amor, pero el amor domina todas las cosas.

¡El amor! Es el ala que Dios ha dado al alma para que pueda subir hasta él.

Ojalá el amor eterno exista porque en esta vida todo nos ha resultado demasiado complicado para estar juntos. Si la justicia existe, allá donde se vaya después de la muerte nos habremos de encontrar.

Es tan corto el amor y tan largo el olvido.

Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.

Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor.

El que ha conocido sólo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil.

Mi amor, dices que no hay amor a menos que dure para siempre. Tonterías, hay episodios mucho mejores que la obra entera.

Todos los especialistas de la pasión nos lo dicen: no hay amor eterno si no es contrariado. No hay pasión sin lucha.

Mi amor no es duda y te eligió a ti desde antes de verte por primera vez.

Nunca dejes que te asole la tristeza del fin. Tú y yo tenemos la grandeza de la percepción eterna.

El amor eterno es ciego, pero necesita tu mirada, es descarado aunque requiera de tu paz, es frágil y sin embargo vive para siempre con tus serenas palabras.

En aquel momento comprendí desde dentro que iba a ser suya para siempre, aunque fuera de lejos, aunque él no volviera a mirarme nunca más.

Pocas personas llegan a conocer el amor eterno porque para ello hay que tener el alma limpia de miedos.

Mi amor por ti no está sujeto al espacio, ni al tiempo: es libre, inmenso y eterno.

Aunque se rompan los diques que sujetan al mar, aunque el sol se cubra cuál eclipse de luna entre las montañas o aunque la tierra deje de de dar vueltas, ten por seguro que mi amor por ti continuará siendo eterno.

La música es más que una mujer, porque de la mujer te podes divorciar, pero de la música no. Una vez que te casas, es tu amor eterno, para toda la vida y te vas a la tumba con ella encima.

Después de la vida el amor continúa, porque los que aman desde dentro no dejan de sentir ese profundo sentimiento de amor cada vez que a su mente vuelve el recuerdo de quien fue.

Todo lo que fui, viví o sentí antes de conocerte, fue, sin duda, un preámbulo absurdo al resto de mi vida.

Este es el amor de una madre y su hijo. Él nunca muere. Nunca termina. Es un amor eterno.

Ayer me di cuenta de que han talado aquel árbol en el que, nuestros nombres surcados por un corazón con flecha, pensaban que serían eternos en un mutuo destino.

Una buena parte del amor eterno dura tres meses.

Cuando me vaya de esta vida dejare un mensajero que siga contándote lo que te sigo amando, porque mereces tener de mí más de lo que pueda darte en una sola vida.