Frases de Autoridad

Cuando una multitud ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos.

Lo peor es educar por métodos basados en el temor, la fuerza, la autoridad, porque se destruye la sinceridad y la confianza, y sólo se consigue una falsa sumisión.

Una autoridad que se funda en el terror, en la violencia, en la opresión, es al mismo tiempo una vergüenza y una injusticia.

Mi vida ha consistido en desafiar la autoridad, lo que me enseñaron de pequeña. La vida es puro ruido entre dos silencios abismales. Silencio antes de nacer, silencio después de la muerte.

El exceso de severidad produce odio, como el exceso de indulgencia debilita la autoridad.

Todo acto de autoridad de hombre á hombre, que no se derive de la absoluta necesidad, es tiránico.

Ninguna sociedad puede subsistir sin autoridad, sin fuerza y, por tanto, sin leyes que moderen y controlen el ansia de placer y los impulsos desenfrenados.

La autoridad no se entiende sin prestigio, ni el prestigio sin el distanciamiento.

La limitación es esencial a la autoridad, pues un gobierno sólo es legítimo si está efectivamente limitado.

En las revoluciones la autoridad recae en los mayores sinvergüenzas.

El mando y señorío es de aquellos que vencieron la batalla.

La autoridad apremia a la obediencia, pero la razón persuade.

El número puede crear la autoridad, pero no la competencia.

Cristo no ha dejado a sus ministros de este mundo, a menos que estén también dotados de autoridad civil, ninguna autoridad para mandar a otros hombres.

Si el dinero, la autoridad o el intelecto pudieran comprar los corazones de la gente, las personas más queridas serían los prestamistas, los policías o los profesores de universidad.

El menosprecio de la autoridad es el principio de la revolución.

La multitud, cuando ejerce su autoridad, es más cruel que los tiranos de Oriente.

No hay autoridad como la que se funda en la justicia y se ejerce por la virtud.

Mandando mal se pierde la autoridad del mando.

La democracia, más que cualquier otro régimen, exige el ejercicio de la autoridad.

El respeto irreflexivo por la autoridad es el mayor enemigo de la veracidad.

En el imperio de la verdad no cabe ninguna autoridad humana. El que allí intente hacer valer su autoridad, se estrellará contra las carcajadas de los dioses.

La sabiduría no ejerce ninguna autoridad y aquellos que ejercen la autoridad no son sabios.

Piensa por ti mismo y cuestiona a la autoridad.

Las palabras de autoridad quedan corrompidas por quienes las pronuncian.

No hay ningún pueblo sobre el que menos valga la autoridad del sumo pontífice que los ingleses.

Ejerce autoridad. Que tu presencia suponga siempre autoridad. Para conseguirlo has de tener perfecto dominio de ti mismo.

Las autoridades son legítimas cuando sirven al bien, cesan de serlo al cesar de servirlo.

La autoridad es una facultad natural que confiere al que la posee el don de provocar el respeto. La autoridad es pues fuente natural de fuerzamoral.

Nada es más grato al espíritu del hombre que el poder de la dominación.

La autoridad pertenece a quien hace cambiar y no a quien experimenta el cambio: la autoridad es, en lo esencial, activa y no pasiva.

La autoridad es la posibilidad que tiene un agente de actuar sobre los demás sin que esos otros reaccionen contra él, siento totalmente capaces de hacerlo.

Una teoría del poderpolítico no es, pues, más que una teoría de la autoridad.

Toda ley supone una autoridad de donde emana, y la causa eficiente y radical de ésta es, por derecho inherente, esencial al pueblo e imprescriptible de su soberanía.

Toda autoridad no constituida con arreglo a la ley es ilegítima, y por tanto, no tiene derecho alguno a gobernar ni se está en la obligación de obedecerla.

El problema no es la autoridad sino qué dice esa autoridad. Y para mí los dichos son sagrados. Y los dichos son respetar la vida y la libertad del otro. En eso creo.

Aún en las ciencias más perfectas nunca deja de encontrarse alguna doctrina exclusivamente mantenida por el principio de autoridad.

Todos sabemos que los que mandan viven de la autoridad, o de la imagen de la autoridad, tanto de la autoridad genuina como de la imagen de autoridad.

La libertad sin una autoridad fuerte e incólume, no es libertad al cabo de poco tiempo, sino anarquía.

La mayoría de los hombres, después de un poco de libertad, han preferido la autoridad con el testimonio de consuelo y de la economía del esfuerzo que trae.