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Empecé a correr porque estaba demasiado

Empecé a correr porque estaba demasiado descoordi...

Empecé a correr porque estaba demasiado descoordinado para jugar béisbol, demasiado pequeño para el baloncesto y demasiado pequeño para el fútbol. Vivía en un hogar roto y había considerado esos deportes como una forma de alejarme de mi hogar.


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  • Ninguna familia rota es irreparable.



  • La familia es lo primero; no hay nada más importante.



  • Los problemas no duran para siempre; siempre hay esperanza.



  • Cuando tu familia se deshace, no hay nada que puedas hacer para evitarlo.



  • Las personas que renuevan y mejoran las viviendas son penalizadas con más impuestos por crear valor y mejorar el vecindario.