El ojo del avaro no se satisface con su suerte; la avaricia seca el alma. Ecl.
El ojo del avaro no se satisface con su suerte; la avaricia seca el alma.
Interpretacion
La frase advierte que la codicia impide disfrutar lo obtenido. Señala que la avaricia corroe el bienestar interior. Es una llamada a la moderación y al valor de la suficiencia.
Temas
avaricia codicia proverbio moral sabiduría alma moderación eclesiástico
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