En España podrá faltar el pan, pero el ingenio y el buen humor no se acaban.
Es incomprensible que una persona que tiene ingenio suficiente para escribir una sátira, pueda albergar tanta insensatez que se determine a publicarla.
No hay necio más molesto que el ingenioso.
¿Quién se atreverá a poner límites al ingenio de los hombres?