El español convierte en cuestión de ho
El español convierte en cuestión de honra el más mínimo desliz de la mujer que le pertenece. Las intrigas de amor son en extremo misteriosas y llenas, según me dijeron, de peligros.
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Cuando las mujeres se oponen a los proyectos y a la ambición de los hombres, excitan su vivo resentimiento; si en su juventud se inmiscuyen en las intrigas políticas, su modestia debe sufrir.
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Cada gobierno acusa al otro de perfidia, intriga y ambición, como medio de calentar la imaginación de sus respectivas naciones, e incitarlas a las hostilidades. El hombre no es enemigo del hombre, sino por medio de un falso sistema de gobierno.
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La imagen de la perfección del ballet se forja en un entorno de cuerpos agitados, imaginaciones febriles, intrigas balcánicas y odios sulfurosos donde todo es posible, y los bailarines lo saben.