El camino hacia la excelencia siempre es

Exige excelencia.

No hay excelencia sin trabajo. Uno no puede soñar con la utilidad o la felicidad.

Quien apunta a la excelencia estará por encima de la mediocridad; quién apunta a la mediocridad estará muy lejos de eso.

Con respecto a la excelencia, no es suficiente saberlo, pero debemos tratar de tenerla y usarla.

La excelencia se trata de luchar y perseguir algo con diligencia, con un enfoque estricto y determinado para hacerlo bien. Está bien si hay fallas en el proceso, lo hace más interesante.