El alma que está enamorada de Dios, es una alma gentil, humilde y paciente. SJdC
El alma que está enamorada de Dios, es una alma gentil, humilde y paciente.
Interpretacion
La cita destaca cómo el amor divino transforma el carácter: vuelve al alma amable, humilde y paciente. Señala una relación interior que produce virtudes morales y afectivas. Es una invitación a cultivar la entrega y la sencillez. Implica que la verdadera devoción se refleja en el comportamiento cotidiano.
Temas
religión espiritualidad san juan de la cruz humildad paciencia amor divino virtudes
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No hay que hacerse ilusiones. Nadie puede ser excelente en las cosas grandes, si primero no lo es en las pequeñas.
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Entre todas las emociones, sentimientos y afectos del alma, el amor es el único con que la criatura puede corresponder a su creador.
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Una sola misa ofrecida y oÃda en vida con devoción, por el bien propio, puede valer más que mil misas celebradas por la misma intención, después de la muerte.