Dominar el arte de la seducción le da a
Dominar el arte de la seducción le da a uno un gran poder y, como cualquier poder, debe ser ejercido con responsabilidad; un hombre que ejerce el arte de la seducción sin sentido de responsabilidad y moderación es una bomba de proximidad ambulante de epidemias virales, procreación innecesaria, familias desconsoladas y sueños destrozados.
Te pueden interesar también