Cuando uno no tiene nada que perder, se vuelve valiente. Solo somos tímidos cuando hay algo a lo que nos podamos aferrar. — Don Juan
Cuando uno no tiene nada que perder, se vuelve valiente. Solo somos tímidos cuando hay algo a lo que nos podamos aferrar.
Interpretacion
La cita sugiere que el miedo y la timidez nacen del apego y la posibilidad de perder algo valioso. Cuando no hay riesgo percibido, surge la valentía porque no hay consecuencias que temer. También plantea una reflexión sobre cómo el desapego puede liberar acciones audaces.
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