Skip to main content

Cuando miramos a un niño, vemos que la

Cuando miramos a un niño, vemos que la sensación...

Cuando miramos a un niño, vemos que la sensación de plenitud, de vitalidad intrínseca, de alegría de ser, no es el resultado de otra cosa. Hay un valor en ser uno mismo, no por algo que uno haga o deje de hacer. Está ahí al principio, cuando somos niños, pero poco a poco se va perdiendo.


Te pueden interesar también



  • El vacío propio nos prepara para la plenitud espiritual.



  • Nunca nos arrepentiremos de haber nacido en este tiempo cruel porque lo reconocemos por lo que es: el tiempo de la plenitud del corazón.



  • Cuando cada oportunidad que se te da se utiliza para servir a la gente, estás en el camino del propósito de la vida hacia la plenitud.



  • Al provenir de nuestra Alma, estamos en la plenitud de nuestro ser- Este es el «jardín» del que crecemos.



  • Acepta la plenitud en el equilibrio de la vida, que exige que haya regalos positivos junto con la adversidad.