Con dinero no puedo comprar la felicidad, pero sí chocolate: lo mismo. — Ishii
Con dinero no puedo comprar la felicidad. Pero sí puedo comprar chocolate, que es lo mismo.
Interpretacion
La frase contrapone la imposibilidad de comprar la felicidad con la satisfacción que aporta el chocolate. Usa el humor y la exageración para sugerir que pequeños placeres pueden equivaler a felicidad. También alude a la idea de que el consuelo material tiene valor emocional. Es una reflexión ligera sobre cómo atribuimos valor a objetos cotidianos.
Temas
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