La arquitectura debería hablar de su tiempo y lugar, pero anhelar la atemporalidad.
Mi arquitectura es una especie de marco de naturaleza.
Si una obra es intensa, válida y tiene una idea potente hará que las imperfecciones queden en un segundo plano.
La arquitectura es una manera de pensar sobre el mundo muy similar en estructura a escribir un libro, ya que ambas disciplinas representan el mismo campo y dominio.