Bendito sea ese rincón, adonde sus habi
Bendito sea ese rincón, adonde sus habitantes se retiran gozosamente a descansar de su trabajo y a preparar el fuego vespertino en el hogar; bendita sea esa mansión, donde la necesidad y el dolor encuentran un reparo y donde el extraño halla dispuesto un asiento; benditos sean esos festejos adornados con sencilla abundancia donde se congregan los allegados y parientes de la vecindad y celebran, con amplias risas, chistes y bromas familiares, o escuchan con sincera condolencia la noticia de algúndesgraciado suceso o bien obligan a algún tímido forastero à acompañarles en su comida, y aprenden el modo espléndido de hacer el bien.